Más de la mitad abandonó el rulo con el CCL

Los últimos datos del Balance Cambiario del BCRA muestran que un 53,1% (u$s1.878 millones) de la Formación de Activos Externos (FAE) se realizó a través de cuentas en el exterior. Esto sugiere que algunos actores importantes acudieron al mercado oficial de cambios para después aumentar la oferta de divisas en el mercado financiero. Esta maniobra permitió a varias empresas cancelar deudas a un costo muy cercano al tipo de cambio mayorista.

Frente a esta situación, la autoridad monetaria decidió implementar nuevamente la “restricción cruzada”. Esto significa que cualquier persona que quiera comprar dólares al tipo de cambio oficial deberá firmar una declaración jurada comprometiéndose a no vender dólares MEP o CCL durante un período de tres meses. El BCRA había impuesto esta medida anteriormente, dirigida a directores y gerentes de empresas financieras.

Según fuentes del mercado, la medida se dirige especialmente a líderes de sociedades de bolsa, quienes, al tener grandes patrimonios y cuentas en el exterior, podrían haber utilizado sus CUIT para facilitar el arbitraje. Esto, aunque podría reducir la demanda de divisas en el mercado oficial, también podría aumentar la brecha cambiaria. Ya se ha comenzado a notar, con un spread superior al 10% entre el tipo de cambio mayorista y el CCL, lo que podría complicar aún más la situación.

En cuanto a la Formación de Activos Externos, a pesar de la reducción mensual, volvió a ser la principal salida de dólares del sistema. Durante agosto, las compras netas de billetes “verdes” alcanzaron u$s1.860 millones, un 38,8% menos que en julio. La caída se debe a una baja del 28,9% en las compras, mientras que las operaciones de venta aumentaron en un 53,7%.

El BCRA informó que alrededor de 1,5 millones de personas compraron dólares, mientras que unos 840.000 vendieron, un dato que superó significativamente el mes anterior. En agosto, el tipo de cambio oficial bajó un 2,3% después de un salto del 14% en julio, en medio de la incertidumbre sobre la sostenibilidad del sistema de bandas.

A pesar de la baja, la FAE fue la principal fuga de divisas. La balanza de servicios mostró un déficit de u$s840 millones, donde los gastos de turismo representaron una salida neta de u$s603 millones. En términos de bienes, se registró una notable caída en el superávit, que se redujo de u$s3.887 millones a u$s845 millones, principalmente debido a la baja en la liquidación de exportaciones tras el final de la reducción de retenciones en junio.

Por otro lado, las principales fuentes de ingresos de dólares fueron la deuda privada, que aportó u$s1.332 millones, y la deuda pública, que sumó u$s1.259 millones. En este último contexto, se destacó el desembolso de más de u$s2.000 millones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que presenta un panorama financiero complejo y lleno de desafíos.

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